Por su parte, los hallazgos de una investigación publicada por Journal of Nutritional Science indican que el consumo de esta fruta eleva significativamente los niveles de vitamina C y ácido fólico en la sangre, lo que puede tener un impacto positivo en la salud general.
Además, se observó una mejoría en la capacidad antioxidante de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) tras la ingesta de fresas, lo cual contribuye a prevenir la oxidación de las LDL, un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
En cuanto a la respuesta de la glucosa en sangre, el estudio no encontró alteraciones significativas después del consumo de estas frutas y se sugiere que su consumo no tiene un impacto negativo en los niveles de azúcar en sangre.
En la misma línea, de acuerdo con la Base de Datos Nacional de Nutrientes del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), estas frutas rojas son bajas en calorías, por lo que son ideales para incluirlas en las dietas diarias.